La forma en la que nos estamos alimentando hoy en día tiene un papel importante a la hora de prevenir patologías e influye mucho en la manera en cómo las combatimos según vayamos reforzando nuestro sistema de defensa; “el sistema inmunológico. Una mala alimentación puede deprimirlo y hacernos más susceptibles a enfermarnos continuamente, así que, si adquieres alimentos, intenta que sean lo más saludable y nutritivos posibles y evita la comida chatarra.
Tanto las patologías del sistema metabólico o derivadas de alguna infección viral como la gripe común no actúan igual en todos los organismos, en las personas en la cual su sistema inmune no es débil, pasa por patologías leves, y en algunos casos existe hasta dolor de huesos, fiebre ya que el sistema inmune presenta debilidad o esta deprimido.
Pero ¿Qué es lo que afecta directamente al sistema inmunológico? Existen factores que van como flecha directa a debilitarlo.
El asesino silencioso "Estrés"
El estrés prolongado y sostenido en el tiempo. No se si te ha pasado, pero cuando nos damos cuenta estamos tensos, apretamos la mandíbula, sin darnos cuenta ya estamos mordiéndonos las uñas (que también puede ser otro trastorno) o se empieza a caer el cabello, y sobre todo el estrés es la puerta para que entren los padecimientos metabólicos e infecciosos al cuerpo humano, ya que debilita el sistema inmunológico.
Se dice que mueren mas personas los lunes de 7 de la mañana a 12 del medio día a causa de alguna complicación derivada del estrés. Es una epidemia que es considerada la enfermedad del siglo XXI.
La mala alimentación
La mayor parte del tiempo estamos consumiendo productos ultra procesados, refrescos, dulces, pan, lácteos, embutidos, pizzas, hamburguesas y un sin fin de alimentos chatarra, y por lo tanto la energía que le estamos dando al organismo es chatarra.
Vivimos en la era de la comida rápida y el metabolismo lento = sistema inmune débil.
El sedentarismo
La falta de actividad física trae como consecuencia: aumento de peso corporal por un desequilibrio entre el ingreso y el gasto calórico, lo que te puede llevar en primera instancia a sobre peso, luego a obesidad.
Los medicamentos
Así como lo lees, los medicamentos de cualquier tipo son inmunes supresores, si bien es cierto que ayudan para ciertos padecimientos, pero por otro lado están dañando otros sistemas del organismo. Ahora bien, ¿Te imaginas como está el sistema inmune de las personas que tienen tratamientos médicos de por vida?
Estos aspectos dañan nuestro sistema inmunológico, lo que pone a nuestro organismo vulnerable a enfermarse, y por si fuera poco nos hace sentir cansados y débiles, ¿sientes que de repente después de la comida te da sueño?, ¡ojo! Necesitas mejorar algunas cosas en tu estilo de vida.
Lo que debes incluir en tus menús
Vegetales frescos crudos
Ensaladas, por su contenido en vitaminas como ácido fólico, antioxidantes como la Vitamina C, ayudara a tu sistema inmune a reforzarse. Esta vitamina aumenta la producción de interferón, una sustancia celular que impide a una amplia gama de virus provocar infecciones, por lo que podría potenciar nuestra inmunidad. Consume pimiento crudo y tomate en tus ensaladas y frutas cítricas.
Huevos, pescados, carnes de calidad
Incluir suficiente cantidad de proteína es importante si nos movemos menos para mermar la pérdida de masa muscular, pero estos alimentos contienen también vitaminas y minerales que son muy importantes en el sistema inmune, como vitaminas del complejo B, hierro, zinc y selenio cuya deficiencia puede suprimir la respuesta de algunos linfocitos (células del sistema inmune).
Suplementos alimenticios
La alimentación en algunos casos no compensa las necesidades de nutrientes de nuestro organismo, por eso siempre es importante que, en la medida de lo posible, estés continuamente suplementando la dieta, para ayudar a tu cuerpo a contrarrestar el estrés oxidativo y la falta de nutrientes debido a una mala alimentación.
Por último, algo que te ayudara también a reforzar el sistema inmune, exponte al sol 30 minutos diario para brindarle Vitamina D al cuerpo, ¡Ah y por cierto! ¡Sonríe!… También eso ayuda. 🙂